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jueves, 20 de enero de 2011


Cuando deja de prestar atención a los aspectos y consideraciones secundarias del matrimonio y se concentra en su mujer, sólo entonces el hombre comprende que le fue concedido un matrimonio que está más allá de su comprensión, fuera de la lógica y supera por mucho sus expectativas. Descubre que si le hubiera caído en suerte esa mujer que imagina, de acuerdo a su mente, deseos y especulaciones superficiales, no hubiera recibido un regalo tan maravilloso como este. Ahora el hombre puede reconocer que Dios lo guió a lo largo del camino, pero no de acuerdo a su gusto y elección, y que el Eterno bendito sea le concedió una “mujer inteligente”.

Pintado por Alfonso Selgas (obra cedida al Instituto Gal Einai de Israel sección en español)
Instituto Gal Einai de Israel

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