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sábado, 26 de marzo de 2011


La acción que el Baal Shem Tov propuso iba más allá: comenzar a enseñar a los judíos simples no sólo acerca del temor sincero al Cielo, sino también a introducir el amor a Di-s y el amor al prójimo judío.


El punto era que no se enseñe como hasta ese momento una forma abstracta de "amor", sino una forma activa, iniciando una campaña para que siempre que un judío se encuentre con otro, le pregunte acerca de su bienestar. La persona entonces le contestaría, por supuesto, "Gracias a Di-s". Este intercambio, decía el Baal Shem Tov, habría de causar gran placer (najat ruaj) en lo alto, a causa de la demostración de amistad y amor entre los judíos, y por el hecho de haber recordado al Todopoderoso.

Su propuesta fue aceptada por el grupo. Uno de los tzadikim más ancianos, Rabí Meir, bendijo al Baal Shem Tov con las palabras: "que venga a él bendición", תָּבוֹא עַלָיו בְּרָכָה, zozain gebench (en idish), por que Rabí Meir comprendió que esta propuesta era de origen Divino, de los mundos superiores.

Pintado por Alfonso Selgas (obra cedida al Instituto Gal Einai de Israel sección en español)
Instituto Gal Einai de Israel

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